Aquello que siempre quisieron: escribir mensajes invisibles y secretos que sólo pueda revelar el destinatario. Les sorprenderá.

 

La invisibilidad no es un mito de ciencia ficción. Al ser humano siempre le ha llamado la atención ser invisible e incorpóreo para infiltrarse sin ser visto en todos aquellos sitios donde su presencia incomoda. Es el morbo innato. De este deseo por saber aquello que nos está prohibido han derivado las prácticas de espionaje, que no son sino una especie de “invisibilidad corpórea”. Cuerpos que existen físicamente, pero con identidades ocultas, invisibles.

Con la tinta invisible no revelaremos secretos de estado, pero los niños pueden pasar un rato muy divertido y estimulante. Vayamos a ello. Recuerda: esto es Top Secret.

Necesitarás:

- Un limón.

- Un cuenco.

- Un pincel.

- Papel.

La tinta secreta no es otra que jugo de limón. Para escribir, exprimimos el limón en un cuenco. Mojamos el pincel en el líquido y escribimos el texto sobre el papel. Procura que el pincel sea de punta fina y con las cerdas bien cerradas para escribir mejor. También podemos usar como herramienta un bastoncillo para los oídos.

Cómo escribir con tinta invisible

¿Dónde está la gracia? En el siguiente paso: si pasamos una plancha (u otra fuente de calor, como una bombilla) sobre el papel, el mensaje secreto se revelará.

El quid de la cuestión es que la temperatura de ignición del limón es menor que la del papel, por eso aparecen las letras sin que el papel llegue a quemarse (siempre y cuando no nos pasemos, claro).

Cómo escribir con tinta invisible

Más tintas: si escribimos con leche, cuando la calentemos el trazo será marrón.